El Ayuntamiento de Zaragoza  trabaja en la creación de una planta complementaria al actual Complejo de Tratamiento de Residuos (CTRUZ), en la que todos los restos de basura que no se recuperan y acaban en el vertedero se transformen valiosos elementos como hidrógeno y metanol. Se trata una “refinería de vanguardia”, complementaria al proyecto Circular Biocarbon.

La planta del CTRUZ es una pieza clave en el objetivo de que Zaragoza sea una de las 100 Ciudades Climáticamente Neutras en 2030. El objetivo que ahora se plantea la ciudad es muy ambicioso y consiste en que el 100% de la basura se recupere, reutilizando materiales, generando energía, o transformando esos restos, especialmente los no reciclables, en moléculas tan valiosas como el metanol y el hidrógeno.

Natalia Chueca, ha presentado el proyecto, «que supondría la cuadratura del círculo en materia de sostenibilidad y de economía circular». Chueca ha recordado que «desde el primer minuto de nuestra gestión, no sólo en mi área sino de manera transversal en todo el Ayuntamiento, se ha apostado por la sostenibilidad medioambiental como uno de los objetivos irrenunciables de cara al futuro próximo. A los proyectos en marcha relacionados con la movilidad, el medio ambiente o la energía se suma ahora éste –ha explicado- que convertiría a Zaragoza en la primera ciudad europea capaz de recuperar y valorizar absolutamente todos sus residuos, sin generar huella de carbono y, además, obteniendo a cambio una rentabilidad económica».

Con este proyecto se lograría un enorme ahorro económico a largo plazo, ya que la normativa obliga a las administraciones a pagar importantes cantidades por cada tonelada que acaba en el vertedero. «La inversión necesaria quedaría ampliamente amortizada por ese ahorro y por la venta del hidrógeno y del metanol obtenido».

El Proyecto Zaragoza Zero Residuos consta de dos fases:

1.- Residuo Cero en vertedero, 2023-2028

Construcción, pruebas y entrada en explotación de una Refinería de Residuos no Reciclables con capacidad para tratar las 150.000 toneladas de residuos no reciclables que anualmente se depositan en el CTRUZ.

El núcleo de la refinería lo constituye el sistema OMNI200 de conversión del residuo en gas de síntesis. La planta contará con dos líneas de procesamiento de gas de síntesis para producir 66.000 toneladas/año de metanol, y ahorrará emisiones de cerca de 100.000 toneladas anuales de CO2eq (el equivalente a un bosque de 580.000 árboles).

La primera línea de tratamiento está prevista que entre en funcionamiento a finales de 2026, momento a partir del cual el flujo de residuos enviados a vertedero se reducirá a la mitad.

En 2028 está previsto que entre en funcionamiento la segunda línea, que permitirá estar muy cerca de alcanzar el objetivo de “Residuo Cero” y evitará nuevas emisiones de metano en el depósito controlado, con un efecto equivalente a una disminución anual de cerca 90.000 toneladas anuales de CO2eq (las que disminuiría un bosque de más de 500.000 árboles).

Los productos fabricados en la Refinería de Residuos tendrán la consideración de ser de Carbonos Reciclados y, con huellas de carbono muy bajas, por lo que van a contribuir a alcanzar los objetivos de energías renovables.

La inversión esperada para esta primera fase es de 188,1 millones de euros.

 2.- Cero emisiones netas en 2030

Zaragoza se convertirá en un hub de producción hidrógeno verde de origen electrolítico fabricado a partir de la energía renovable generada en la zona.

La Refinería de Residuos necesitará casi 14.000 toneladas de H2 verde para fabricar otras 70.000 toneladas de E-metanol a partir del CO2 capturado en su proceso. Con la entrada en funcionamiento de esta fase, todo el metanol producido tendrá una huella de carbono «cero», cumpliendo con el objetivo de cero emisiones netas.

La inversión prevista en esta segunda fase para la producción E-metanol será de 91,4 millones de euros.

La inversión total del proyecto será de unos 280 millones de euros y se autofinanciará con la venta del metanol obtenido en la planta a industrias químicas para su conversión en plásticos y otros productos. También se podrá contar con fondos europeos para la inversión inicial procedentes de varios programas directos de la Comisión Europea.

Cuando el proyecto esté en funcionamiento en su totalidad, en 2030, Zaragoza se convertirá en la primera ciudad del mundo con cero residuos al vertedero y cero emisiones por la gestión de sus residuos. Todo ello sin costes adicionales a los actuales.