El Parlamento Europeo ha dado luz verde a la nueva Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios, una iniciativa crucial para alcanzar los objetivos climáticos de la Unión Europea. La nueva normativa establece medidas ambiciosas para reducir el consumo de energía en el sector de la construcción, responsable del 40% del consumo energético final y de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE.

La Asociación Española del Gas, Sedigas, ha destacado que dicha directiva no determina, en ningún caso, un escenario de prohibición de las calderas de gas, sino que abre la puerta a la diferenciación entre tipos de combustibles y tecnologías aplicadas en la calefacción de viviendas, oficinas y espacios comerciales.

Sedigas reitera la necesidad de contar con el sector gasista español para lograr la descarbonización de la demanda térmica residencial y aclara que la Directiva aprobada hoy únicamente contempla:

  • La necesidad de reducir progresivamente el uso de combustibles de origen fósil en la climatización de los edificios hasta su sustitución en el horizonte temporal de 2040.
  • A partir del 1 de enero de 2025, se limitarán las ayudas directas o subvenciones para la adquisición o renovación de tecnologías que emplean combustibles fósiles en los edificios de viviendas, con la excepción de aquellas adjudicadas antes de 2025.
  • En ningún caso limita, mucho menos prohíbe, la instalación de estas tecnologías cuando estén preparadas para utilizar energías renovables como el biometano o el hidrógeno renovable, ambos gases renovables.

De hecho, cabe destacar que, en caso de producirse una eventual prohibición de esta tecnología, la medida provocaría un efecto adverso en la transición energética, dadas las dificultades de muchos hogares para acceder a otras opciones de calefacción renovable debido a sus limitaciones financieras y técnicas de las viviendas.

El sector gasista español contribuye desde hace años con la descarbonización de la demanda térmica de los hogares con medidas ya testadas, como la sustitución de sistemas tradicionales de calefacción por calderas de condensación de alta eficiencia. La promoción de la sustitución de calderas atmosféricas por esta tecnología, combinada con la promoción del desarrollo de los gases renovables se posiciona como la alternativa más económicamente eficiente y con mayor probabilidad de éxito para la descarbonización de los hogares en nuestro país.

Además, el carácter renovable de los sistemas de calefacción no depende de la tecnología que se emplee, sino del combustible que la alimente. Sedigas subraya aquí la importancia de reconocer los gases renovables, como el biometano, como soluciones viables y de cero emisiones para alimentar aquellas tecnologías que contribuyan a la descarbonización energética de los hogares e insiste en que las calderas instaladas actualmente en la mayoría de los hogares españoles son perfectamente compatibles con gases renovables como el biometano y con hasta un 20% de hidrógeno renovable.