“Estamos aprovechando más del 50% de los residuos urbanos recogidos y estamos estudiando una planta de tratamiento que nos permitirá reducir prácticamente a cero el volumen de residuos destinados a vertedero con la conversión de los residuos orgánicos en gases renovables aprovechables».

miciudadatodogas entrevista a Natalia Chueca, Consejera de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza

Zaragoza es una de las ‘100 ciudades climáticamente neutras’ seleccionada por la Comisión Europea para lograr emisiones cero en 2030. ¿Qué implicaciones tiene para la ciudad este reconocimiento?

Para Zaragoza es un reto muy importante que nos ayuda a enfocar nuestras estrategias para hacer que nuestra ciudad sea más atractiva, ya que supone un incremento de la calidad de vida para nuestros ciudadanos. Nos da visibilidad y presencia en los organismos europeos para conseguir facilidades para financiar los proyectos con fondos europeos.

El punto de partida es muy bueno, jamás hemos tenido problemas de contaminación y estamos contando con la colaboración de todos, empresas, organizaciones y vecinos. Además, las mejoras ecológicas están suponiendo también mejoras económicas por una mayor eficiencia de los recursos utilizados, de las que se benefician los zaragozanos, como hemos podido comprobar con los autobuses eléctricos.

De las 3 oportunidades relacionadas con el hidrógeno, su producción, transporte y fabricación de equipos, los fondos tienen que ayudar a impulsar el desarrollo de todas ellas: producir las primeras plantas de hidrógeno, desplegar la infraestructura necesaria para el transporte y, en cuanto a la fabricación, dar capacidades a los centros de investigación para que transfieran conocimiento a las empresas, y a las empresas para que continúen liderando la fabricación de equipos.

¿Cuáles son los ejes estratégicos de la ciudad orientados a la transición energética y la descarbonización?

Tenemos 5 líneas principales orientadas a acometer acciones:

  • Movilidad: en Zaragoza representa el 25% de las emisiones, pero incluye el mayor porcentaje de emisiones de NOx por los motores diésel, por eso hemos puesto el foco en la renovación de las flotas de los vehículos más pesados que circulan por la ciudad: los autobuses de TP, los camiones de los servicios públicos y de distribución urbana de mercancías. Aprovechando que ya se realizan más del 55% de los movimientos a pie o en bici/VMP entendemos que el transporte público es la mejor alternativa al uso del vehículo privado y en 2 años tendremos 1/3 de la flota de TP eléctrica, con precios muy competitivos y con una aplicación de Mobility as a Service que permitirá aprovechar al máximo las conexiones y facilitar la forma de pago de los servicios. Sin dejar de lado facilitar la renovación del parque privado con la instalación de cargadores rápidos por toda la ciudad y otras ventajas.
  • Vivienda: estamos haciendo un gran esfuerzo en subvencionar la renovación de las instalaciones y de las envolventes de las viviendas para reducir el consumo de energía y que este sea más eficiente y seguro. También estamos construyendo instalaciones de generación en edificios públicos y en el dominio público para facilitar la creación de comunidades energéticas que reduzcan la factura de las familias con generación verde.
  • Instalaciones públicas: estamos renovando todo el alumbrado público con lámparas LED, y los sistemas de climatización de los edificios públicos con aerotermia y geotermia donde es posible técnicamente. Mejoraremos la gestión de los residuos urbanos para generar gases renovables.
  • Industria: facilitamos las conversiones de los consumos energéticos a otros menos contaminantes, incluso estamos estudiando el desarrollo de una red de calor aprovechando el calor residual de las industrias para que otras industrias o comunidades de vecinos lo aprovechen, sin necesidad de nuevos sistemas de generación contaminantes.
  • Infraestructura verde: incrementar la capacidad de absorción de contaminantes a través de la plantación de al menos 700.000 nuevos árboles en el municipio, uno por habitante, que conforman el Bosque de los Zaragozanos con la intervención de ciudadanos, escolares, empresas, asociaciones, etc. y la mejora de las infraestructuras verdes existentes.

Zaragoza acogerá el “III Foro de los Gases Renovables”, cuál es la posición de la ciudad en relación con las soluciones circulares? y en concreto; en la generación de gases renovables desde el residuo urbano?

Zaragoza lleva muchos años trabajando en Economía Circular. Desde que la alcaldesa Rudi licitó en 2002 la construcción del Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza y las depuradoras de aguas residuales de la Cartuja y de la Almozara, donde se aprovecha el biogás generado para producir energía eléctrica y calor para los procesos de las plantas.  Zaragoza cuenta con un polígono industrial específicamente dedicado al reciclado (Parque Tecnológico del Reciclado) con más de 900 has de suelo industrial.

Por otro lado, desde 2020 estamos aprovechando más del 50% de los residuos urbanos recogidos y estamos estudiando una planta de tratamiento que nos permitirá reducir prácticamente a 0 el volumen de residuos destinados a vertedero con la conversión de los residuos orgánicos rechazados en gases renovables aprovechables.

En relación con otro gas renovable, ¿qué rol considera que tendrá el hidrógeno verde en la descarbonización del ecosistema de las ciudades?

El hidrógeno será la clave para permitir la casi completa descarbonización, por sus especiales características. Es un gas que se puede obtener fácilmente a partir del agua, por electrólisis con energía solar o eólica (agua, sol y viento son abundantes en Zaragoza y ya se genera en su entorno tanta energía verde como se consume) o de los residuos urbanos por pirólisis y tratamiento químico, que se puede almacenar y distribuir con facilidad, aprovechando las redes de distribución existentes y que permite unos usos complementarios al uso de la electricidad ya que su combustión tiene como resultado vapor de agua, cerrando el círculo. Permitiendo también su uso tanto en motores pesados de combustión, como para la generación de calor en calderas mezclado con biogás o para volver a generar electricidad a través de pilas de combustible. Aunque todavía quedan desarrollos tecnológicos por realizar para que sea una realidad y que sea económicamente sostenible y seguro.