La Comisión ha aprobado, de conformidad con las normas de la UE sobre ayudas estatales, un tercer proyecto IPCEI “Project of Common European Interest” para apoyar la infraestructura del hidrógeno. Se espera que este proyecto impulse el suministro de hidrógeno renovable, reduciendo así la dependencia del gas natural y contribuyendo a la consecución de los objetivos del Pacto Verde Europeo y del Plan REPowerEU.

El proyecto, denominado «IPCEI Hy2Infra», fue preparado y notificado conjuntamente por siete Estados miembros: Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal y Eslovaquia.

Los Estados miembros aportarán hasta 6900 millones de euros en financiación pública, que se espera que desbloqueen 5400 millones de euros en inversiones privadas. En el marco de este proyecto, participaran más de 32 empresas con actividades en uno o varios Estados miembros, incluidas pequeñas y medianas empresas.

IPCEI Hy2Infra, cubrirá una amplia parte de la cadena de valor del hidrógeno mediante el apoyo a:

  • el despliegue de 3,2 GW de electrolizadores a gran escala para producir hidrógeno renovable.
  • el despliegue de gasoductos de transporte y distribución de hidrógeno nuevos y reutilizados de aproximadamente 2.700 km.
  • el desarrollo de instalaciones de almacenamiento de hidrógeno a gran escala con una capacidad de al menos 370 GWh.
  • la construcción de terminales de manipulación e infraestructuras portuarias conexas para los buques de transporte de hidrógeno orgánico líquido («LOHC») para la manipulación de 6000 toneladas de hidrógeno al año.

Los participantes también colaborarán en materia de interoperabilidad y normas comunes para evitar barreras y facilitar la futura integración del mercado. El IPCEI apoyará la aparición gradual de una infraestructura de hidrógeno a escala de la UE a partir de diferentes agrupaciones regionales.

Se espera que en un futuro próximo se pongan en marcha varios proyectos, con varios electrolizadores a gran escala que estarán operativos entre 2026 y 2028, y gasoductos entre 2027 y 2029, dependiendo de la zona geográfica. La finalización general de los proyectos está prevista para 2029, con plazos que varían en función de los proyectos y las empresas.

La Comisión ha constatado que el IPCEI Hy2Infra cumple las condiciones exigidas en su Comunicación. En particular, la Comisión llegó a la conclusión de que:

  • El proyecto contribuye a un objetivo común apoyando el despliegue de infraestructuras de hidrógeno importantes para alcanzar los objetivos de iniciativas políticas clave de la UE, como el Pacto Verde Europeo, el Plan REPowerEU y la Estrategia del Hidrógeno de la UE.
  • Los 33 proyectos incluidos en el IPCEI son muy ambiciosos, ya que tienen como objetivo desarrollar infraestructuras que vayan más allá de lo que ofrece actualmente el mercado. Sentarán las primeras bases para una red de hidrógeno integrada y abierta, accesible en condiciones no discriminatorias, y permitirán el aumento del mercado del suministro de hidrógeno renovable en Europa. Esto permitirá la descarbonización de los sectores económicos que dependen del hidrógeno para reducir sus emisiones de carbono.
  • El IPCEI también entraña importantes riesgos financieros. Por lo tanto, el apoyo público es necesario para proporcionar incentivos a las empresas para que lleven a cabo las inversiones.
  • Las ayudas a empresas individuales se limitan a lo necesario y proporcionado, y no falsean indebidamente la competencia. En particular, la Comisión ha comprobado que los importes máximos totales de ayuda previstos se ajustan a los costes subvencionables de los proyectos y a sus déficits de financiación. Además, si los proyectos cubiertos por el PIICE resultan ser muy exitosos y generan ingresos netos adicionales, las empresas devolverán parte de la ayuda al Estado miembro respectivo (mecanismo de recuperación).
  • El conocimiento técnico y la experiencia adquirida durante la construcción y los primeros años de operación de los proyectos serán ampliamente compartidos por las empresas participantes a través de publicaciones, conferencias y recomendaciones conjuntas para el desarrollo de reglas operativas y normas técnicas. Como resultado, se generarán efectos indirectos positivos en toda Europa, más allá de las empresas y los Estados miembros que forman parte del PIICE.

Sobre esta base, la Comisión llegó a la conclusión de que el proyecto se ajusta a las normas de la UE sobre ayudas estatales.