Garbiker y el Ente Vasco de la Energía promueven la creación de una planta de biometanización en el marco de la Estrategia Energética de Euskadi 2030 (3E 2030) impulsada desde el Gobierno Vasco

El nuevo plan de prevención y gestión de residuos que elabora la Diputación Foral de Bizkaia identifica el residuo orgánico del contenedor marrón como el residuo urbano donde existe mayor margen de mejora. Así, el plan prevé que esta recogida pueda multiplicarse por cuatro para el año 2030, lo que supondría que las actuales infraestructuras de tratamiento no serían capaces de asumir las más de 50.000 toneladas revistas. Por esa razón, se ha proyectado una planta que complemente las labores de las instalaciones de compostaje de Bizkaiko Konpostegia y de las tres plantas comarcales.

Esta nueva planta generará energía equivalente al consumo de 6.000 hogares al año Bizkaia se fija como objetivo multiplicar por cuatro la recogida selectiva de los hogares y comercios a través del contenedor marrón, llegando a superar las 50.000 toneladas anuales en 2030. Esta planta de biometanización, cuya construcción y explotación se prevé dentro del nuevo plan de gestión de residuos de la Diputación Foral de Bizkaia con horizonte 2030, se ubicará en el Ecoparque de Artigas y ocupará una superficie aproximada de 8.300 metros cuadrados junto a la actual planta de compostaje.

Con esta planta de biometanización se conseguiría una aportación energética equivalente al consumo térmico de 6.000 hogares o al de casi 3.000 vehículos al año, además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 95% en comparación con las emisiones que irían asociadas a combustibles fósiles.

Para su puesta en marcha, Garbiker y el EVE han licitado la entrada al proyecto de una entidad privada que aportará el conocimiento técnico y operativo necesarios para la construcción y explotación de la planta, así como una parte importante de la financiación necesaria para su desarrollo. Este contrato se prolongaría durante 25 años; los dos primeros para llevar a cabo la inversión inicial y construcción de la planta y los 23 restantes para su explotación.

Este socio privado se integrará en lo que se conoce como una sociedad de economía mixta, público-privada, que se espera que esté constituida en el primer trimestre del año y que será la entidad que redacte el proyecto de ejecución, cuya construcción arrancaría este 2023 y finalizaría a finales de 2024, previsiblemente

A falta de definir el proyecto constructivo, la inversión que se estima necesaria para la puesta en marcha de la nueva infraestructura de tratamiento orgánico será de entre 17 y 18 millones de euros.