La planta de residuos de Imárcoain tratará la fracción resto y la materia orgánica de Pamplona y su Comarca.

La nueva planta será una de las primeras en España en aprovechar todos los residuos, de manera que el biometano de la basura se convertirá mediante procesos digestores en túneles en gas natural con el que prevén alimentar todos los camiones de recogida (unos 100) y un alto porcentaje de la flota (unos 70 autobuses). Los camiones repostarán en la misma planta y el resto del gas se conducirá a las cocheras. En las instalaciones de la nueva planta se reciclarán también madera y envases, si bien la planta en activo actualmente en Góngora no se desmantelaría, aunque el vertedero se clausure.

De esta manera la planta podrá tratar la fracción resto y los envases en las mismas instalaciones, en turnos de cuatro y uno, respectivamente. Es algo novedoso en España aunque muy extendido en países como Alemania. La planta ocupará 105.000 metros cuadrados.

Antes, se clausurará el vertedero de Góngora, donde ahora mismo se entierra sin tratamiento previo el 61% de los residuos, algo más de 85.500 toneladas. De estas, 35.000 son materia orgánica, la más contaminante para el medio ambiente, y la que hay que recoger de manera separada en una proporción del 70% para 2027. Esta cifra prácticamente se ha logrado con los contenedores de tarjetas en Azpilagaña y Artica, que se extenderán a todo el territorio mancomunado desde 2021.