El Ministerio de Transportes, a través de sus líneas de ayudas, apuesta por la adquisición de vehículos propulsados por energías alternativas y por el cambio del diésel por el Gas Natural para los vehículos de transporte pesado de mercancías y de pasajeros, ya que reconoce que en este nicho del transporte la oferta actual de vehículos eléctricos es insuficiente y los modelos de hidrógeno están aún en fase de experimentación. Además, estima que la mayor parte de las subvenciones que se soliciten en este segmento sean para la compra o transformación de vehículos propulsados por gas natural.

Una fórmula alternativa a la adquisición de vehículos nuevos es la transformación de los actuales vehículos diésel en tecnología dual. Esta transformación tiene un coste considerablemente menor que la compra de un nuevo vehículo que unido a las nuevas líneas de ayudas hace que esta opción sea muy atractiva para muchos transportistas.

El Gas Natural es un combustible alternativo que ahorra costes económicos, que reduce las emisiones del CO2 hasta un 25% y que mejora significativamente la calidad del aire al reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en un 85% y eliminar el 96% de las emisiones de partículas sólidas PM y el 100% de las emisiones de azufre (SO2).