La contribución del servicio urbano de autobuses de la ciudad de Sevilla, TUSSAM, a la disminución de emisiones de efecto invernadero, un ejemplo para Bruselas.

La apuesta de TUSSAM por el transporte con gas natural comprimido (GNC) se remonta al año 2006, cuando comenzaron a prestar servicio 18 vehículos de 12 metros propulsados por este combustible. El tiempo le ha dado la razón a la empresa cuando en su día confió en un combustible hasta entonces poco habitual: en 2018, el 57 % del total de la flota de TUSSAM se encuentran propulsados por GNC y la previsión es llegar al 75 % de la flota en los próximos dos/tres años.

«El uso de gas natural en el transporte urbano aporta considerables beneficios medioambientales con respecto al uso de combustibles tradicionales, destacando la nula emisión de partículas solidas y de SO2, así como la reducción importante de emisiones NOX y de CO, también se consigue una reducción de las emisiones de CO2», explican desde TUSSAM.

Además, desde 2016 TUSSAM ha venido trabajando en el denominado Sistema de Gestión para la Conducción Eficiente, referente actualmente para la Unión Europea por su contribución a reducir el impacto medioambiental. «En esos primeros meses de funcionamiento la experiencia resultó muy positiva, presentando una alta fiabilidad mecánica y un elevado grado de confort al contar con un nivel de ruido y de vibraciones inferior al de los autobuses convencionales diésel», explican fuentes de TUSSAM.

Una gran apuesta de TUSSAM que aplaudimos desde miciudadatodogas y que pudimos apreciar en toda su dimensión gracias al evento organizado en Sevilla el pasado mes de Diciembre de 2019.