Los colegios de ingenieros industriales de Castilla y León reclaman a las administraciones que apuesten decididamente por la instalación de plantas de biometano inyectable a la red de gas natural, una energía limpia generada a partir de residuos agrícolas, ganaderos y subproductos orgánicos de la industria agroalimentaria, que cumple con los estándares de la economía circular y que contribuiría a fijar población y a dinamizar la economía en el medio rural.

A la luz de los informes elaborados por expertos en esta materia, que señalan a Castilla y León como la Comunidad con mayor potencial de crecimiento en la generación de gas metano, los ingenieros industriales instan al Gobierno de la nación, a la Junta y a las corporaciones locales a facilitar —en función de sus competencias— la construcción de plantas de gas metano con incentivos económicos y fiscales, simplificando trámites y reduciendo la burocracia.

“Un impulso decidido a favor de esta energía renovable es una apuesta por el futuro, por la descarbonización, por la economía circular, por la independencia energética, por la creación de empleo y la generación de riqueza, especialmente en el medio rural”, han afirmado los representantes de los colegios de ingenieros industriales de Castilla y León, en el transcurso de la reunión que han mantenido para analizar la situación de la Comunidad en relación con el compromiso internacional de reducción de los gases contaminantes.

Castilla y León podría albergar unas 520 plantas de biometano, casi la cuarta parte potencial desarrollo nacional (2.300 plantas), que producirían 37.780 millones de kWh/año (el 23% del total nacional previsible), según el ‘Estudio de la capacidad de producción de biometano en España’ elaborado por la Asociación Española de Gas (Sedigas) en colaboración con PwC y Biovic. El informe afirma que la materialización de este plan supondría una inversión de 10.112 millones de euros en Castilla y León, así como la creación de 5.156 empleos directos y 10.915 indirectos.

En cuanto a la tipología de las plantas de biometano, el informe pone en valor la importante actividad agroalimentaria de la Comunidad y estima que podrían operar 271 plantas de residuos agroganaderos, de lodos (depuradoras de aguas residuales) y de residuos sólidos urbanos, así como 215 de residuos de cultivos intermedios y 34 de biomasa forestal.

Y por otro lado, si se cumplieran las previsiones de crecimiento en toda España, las plantas de biometano podrían producir 163.000 millones de kWh/año, lo que permitiría cubrir cerca del 45% de la demanda nacional de gas natural, con un impacto en la economía de las familias muy significativo.

Castilla y León cuenta en la actualidad con una única planta de biometano que inyecta gas a la red para su distribución, ubicada en la provincia de Burgos. Sin embargo, este mismo año entrarán en funcionamiento cuatro plantas más, “lo que pone de manifiesto la capacidad de crecimiento que ya tiene esta fuente de generación”.

En concreto, está prevista la entrada en funcionamiento de una planta en Villacastín (Segovia), otra en Ólvega (Soria) y dos en Valladolid (Cabezón de Pisuerga y Olmedo). Además, ya está proyectada otra planta en Carbonero El Mayor (Segovia).

“En todo caso, el verdadero desarrollo de esta actividad se produciría con un marco normativo homogéneo y más favorable en toda España, porque la situación actual nos sitúa muy lejos todavía de otros países de la UE”, lamentan los ingenieros industriales.

Fuente: ingenieros.es