La provincia de Jaén, tradicionalmente asociada a la producción de aceite de oliva virgen extra, está experimentando una transformación radical hacia un modelo energético más sostenible. Las principales cooperativas oleícolas, como Dcoop, Jaencoop e Interóleo, han realizado una inversión conjunta de 137 millones de euros para construir plantas de biometano, convirtiendo a Jaén en un referente nacional en la producción de este biocombustible.

Estas plantas, ubicadas en los municipios de Martos, Guarromán, Castellar y Mancha Real, aprovechan los subproductos del proceso de elaboración del aceite de oliva, como el alpechín y los orujos, para generar biometano, un gas renovable que puede inyectarse directamente en la red de gas natural. Esta iniciativa no solo reduce la dependencia de combustibles fósiles, sino que también contribuye a la lucha contra el cambio climático al disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Un impacto más allá de la energía:

La producción de biometano en Jaén está generando un efecto dominó positivo en diversos ámbitos:

  • Crecimiento económico: La inversión en estas plantas ha impulsado la creación de empleo y ha revitalizado la economía local, especialmente en las zonas rurales.
  • Innovación tecnológica: Las cooperativas oleícolas están a la vanguardia de la innovación, aplicando tecnologías de vanguardia en la producción de biometano.
  • Fortalecimiento del sector primario: La valorización de los subproductos del aceite de oliva ha aumentado la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y ha consolidado el sector oleícola.
  • Mejora de la imagen de marca: Jaén se posiciona como una provincia comprometida con la sostenibilidad y la economía circular, lo que refuerza su atractivo turístico y comercial.

Los proyectos de biometano en Jaén son solo el comienzo de una revolución energética en la provincia. Las cooperativas oleícolas tienen previsto ampliar sus inversiones en los próximos años, con el objetivo de aumentar la producción de biometano y reducir aún más la huella de carbono del sector.

Además, se están explorando nuevas vías de colaboración con otros agentes del sector energético, como distribuidores de gas y empresas de transporte, para impulsar el uso del biometano como combustible vehicular.