El Consejo de Administración de Renfe decidió el pasado 26 abril suspender los concursos que tenía en marcha por importe de 1.300 millones de euros para la compra de 72 trenes de media distancia y cercanías y volver a lanzar nuevas licitaciones en los próximos meses que incorporen tecnologías como el hidrógeno renovable para circular por vías no electrificadas. 

El objetivo de esta medida es buscar una mayor eficiencia energética y representa una apuesta decidida de esta compañía por las energías limpias y la movilidad sostenible. 

La compañía argumenta que «la decisión del Consejo de Administración responde al compromiso con la responsabilidad ambiental de Renfe para seguir reforzando al tren como el modo de transporte de viajeros y mercancías más eficiente en términos de consumo de energía y emisiones de CO2. Además, supone adherirse a la clara apuesta de las instituciones europeas y españolas por las energías limpias y, en particular, por el hidrógeno renovable, que se ha plasmado en la aprobación de diferentes planes y en un desarrollo normativo relativo al combustible que, no solo penaliza la utilización de los combustibles fósiles, sino que limitan la utilización de estos al año 2050«.

Las licitaciones de trenes para Media Distancia y Cercanías pendientes de adjudicar para circular en vías no electrificadas contemplarán tecnologías alineadas con las estrategias sostenibles «la adquisición de material diésel sería contradictorio con la responsabilidad social y medioambiental de Renfe y, al mismo tiempo, supondría una compra de unos activos que podrían no poder rentabilizarse, ya que su vida útil se vería considerablemente afectada por las limitaciones a los gases de efecto invernadero», asegura la empresa.

La compañía Renfe lleva años investigando alternativas a las locomotoras de diésel que son utilizadas en las vías españolas no electrificadas. En 2018 Renfe junto a Enagás desarrollaron la primera experiencia a nivel mundial de un tren de pasajeros propulsado con Gas Natural Licuado en la línea de cercanías que opera Renfe-Feve en Asturias. El gas natural contribuye a reducir la contaminación, reduciendo los gases de efecto invernadero y la contaminación acústica y minimizando las emisiones de óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y micropartículas. Además, el GNL es un combustible alternativo de transición que facilitará la penetración progresiva de los gases renovables como el BioGNL y el Hidrógeno verde en el transporte.