Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) nos cuenta su visión sobre el papel del hidrógeno en la movilidad sostenible.

¿Cuáles son las principales actividades que lleva a cabo la Asociación Española del Hidrógeno?

La Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) es una asociación sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es promover el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno en España, haciendo llegar los beneficios de este vector energético a toda la sociedad. Sus principales funciones son:

  • Actuar como punto de encuentro del sector. Agrupando a las principales empresas, instituciones y centros de investigación con actividad e interés en el desarrollo de estas tecnologías.
  • Fomentar la I+D+i, el conocimiento tecnológico y el tejido científico, industrial y empresarial nacional especializado en las tecnologías del hidrógeno.
  • Desarrollar y promocionar los distintos métodos de producción, almacenamiento y distribución del hidrógeno, así como sus diferentes aplicaciones.
  • Colaborar en la educación focalizada en las tecnologías del hidrógeno a través de másteres oficiales en universidades y cursos especializados.
  • Promover un marco regulatorio del hidrógeno como vector energético.
  • Divulgar a la sociedad la necesidad del hidrógeno y su papel clave en la transición energética y el camino hacia la neutralidad climática; así como acerca de todas sus ventajas económicas, sociales y medioambientales. A través de la colaboración con los medios de comunicación y la participación y organización de eventos y jornadas.

¿Cuáles son las principales ventajas de la utilización del hidrógeno en la movilidad?

Los vehículos eléctricos de hidrógeno (FCEV, por sus siglas en inglés, Fuel Cell Electric Vehicles) combinan las ventajas de los vehículos eléctricos (cero emisiones y libres de ruido) con las de los vehículos convencionales (alta autonomía y rapidez de repostaje).

Los FCEV son vehículos de motor eléctrico que obtiene la electricidad, principalmente, de un dispositivo denominado pila de combustible al combinar oxígeno del aire con hidrógeno, almacenado a presión en tanques a bordo del vehículo.

Se trata de una alternativa de movilidad sostenible cero-emisiones (solo emite agua) que, tras repostar hidrógeno en tan solo 5 minutos, puede recorrer hasta 700 km.

Hoy en día ya circulan por las carreteras de todo el mundo más de 11 200 vehículos eléctricos automóviles de pila de combustible, alimentados por hidrógeno (según la Agencia Internacional de la Energía), contando con varios modelos en el mercado. En España están disponibles el Hyundai Nexo y el Toyota Mirai.

Pero el hidrógeno no es sólo una alternativa para los vehículos automóviles eléctricos. También se han desarrollado autobuses y camiones eléctricos impulsados por pila de combustible (en China hay más de 2.000 vehículos de este tipo), e incluso el hidrógeno es una solución para trenes o barcos.

Evidentemente, el futuro será una combinación de diferentes soluciones de movilidad de cero emisiones, en la que estamos seguros de que el hidrógeno jugará un papel destacado.

¿Cuál es el papel del hidrógeno y de las pilas de combustible en la transición energética y la movilidad sostenible?

Según el informe elaborado por el Hydrogen Council (el Hydrogen Council, lanzado en enero de 2017 en el Foro Económico Mundial, constituye actualmente el esfuerzo más grande liderado por la industria para desarrollar la economía del hidrógeno) el hidrógeno será un pilar central en la transición energética necesaria para limitar el calentamiento global a dos grados centígrados, cumpliendo siete roles principales:

  • Integración de las renovables a gran escala de forma eficiente.
  • Distribución de la energía entre sectores y regiones.
  • Amortiguador para aumentar la resiliencia del sistema.
  • Descarbonización del transporte.
  • Descarbonización de la industria.
  • Servir como materia prima utilizando carbono capturado.
  • Descarbonización de la calefacción de los edificios.

En las siete áreas de aplicación, el hidrógeno puede ofrecer soluciones económicamente viables y socialmente beneficiosas.

Por su parte, la Agencia Internacional de Energías Renovables, IRENA, destaca el papel del hidrógeno como complemento necesario a la electricidad en la transición energética. El hidrógeno permitirá acoplar y descarbonizar cuatro grandes sectores de la economía: la industria, los edificios, la energía y el transporte. Al mismo tiempo, contribuirá a mejorar la gestionabilidad de un sistema eléctrico basado en fuentes de energía renovables, proporcionándole mayor flexibilidad y robustez, gracias a la capacidad del hidrógeno de almacenar grandes cantidades de energía durante largos periodos de tiempo (almacenamiento estacional).

El hidrógeno favorecerá la descarbonización de los siguientes sectores:

  • Energía: la capacidad del hidrógeno para almacenar energía a gran escala y durante largos periodos de tiempo es especialmente útil para conseguir una mayor penetración de las energías renovables en el mix eléctrico.
  • Industria: en España existen numerosas industrias que consumen hidrógeno como materia prima (refinerías, biorrefinerías, fábricas de amoniaco, fertilizantes…). La posibilidad de emplear hidrógeno obtenido de fuentes de energía renovales tanto como materia prima como para obtener calor de proceso contribuiría ampliamente a la descarbonización de este sector.
  • Residencial: la inyección de hidrógeno en la red de gas natural reduciría el consumo de este combustible fósil, tan empleado en la calefacción de edificios. En un futuro, incluso puede haber una completa sustitución del gas natural por hidrógeno.
  • Transporte: los vehículos eléctricos de pila de combustible complementarán a los de batería. Expanden el mercado de la movilidad eléctrica a aplicaciones en las que las baterías se encuentran actualmente limitadas (camiones, trenes, autobuses, barcos, carretillas…).

¿Qué obstáculos se presentan para el desarrollo de la tecnología del hidrógeno en el futuro?

Actualmente los principales desafíos que enfrentan estas tecnologías es la desinformación que existe a su alrededor, al tratarse aún de una tecnología poco extendida, el mayor coste que supone su implementación en relación con las tecnologías convencionales, ya asentadas en el mercado; y la falta de un marco regulatorio que facilite su implementación.

Aunque las tecnologías del hidrógeno ya son maduras y hay soluciones disponibles en el mercado, continúa siendo necesaria la inversión en proyectos de demostración que permitan reducir aún más los costes. El apoyo de la Administración es primordial para avanzar rápidamente en el desarrollo e implementación de estas tecnologías en nuestro país tal y como lo han hecho ya muchos países alrededor del mundo. Conseguir un marco normativo que incentive estas tecnologías y facilite su implementación, con procedimientos más ágiles, será vital. Para ello, es necesario incluir el hidrógeno como vector energético en los Planes Nacionales de Energía y desarrollar un Plan Nacional Hidrógeno en España.

Mediante la información y divulgación a la sociedad de las ventajas de estas tecnologías y la necesidad de integración en los diferentes sectores de la economía para alcanzar los objetivos de descarbonización se hará frente a otro de los grandes retos del hidrógeno: la concienciación y aceptación social de estas tecnologías. Una vez alcanzado este reconocimiento social, serán los propios ciudadanos los que reclamarán un marco regulatorio que fomente su desarrollo y despliegue.

España cuenta con un gran potencial renovable, centros de investigación y empresas especializadas en estas tecnologías, por ello contamos con el potencial de convertirnos en un país exportador de hidrógeno renovable y la tecnología asociada. Se debe fomentar el desarrollo de un tejido empresarial sólido en el sector que permita la creación de miles de nuevos puestos de trabajo, la generación de nuevo conocimiento y patentes, que conllevará grandes beneficios para la economía y seguridad energética españolas.

En términos de uso del hidrógeno en movilidad el principal reto, actualmente, es el despliegue de las infraestructuras necesarias para el repostaje de los vehículos. El dilema conocido como “el huevo y la gallina”, un posible usuario de FCEV no lo comprará si no tiene donde repostarlo mientras que un propietario de una estación de servicio no invertirá en este combustible alternativo si no hay posibles clientes.

Varios países han conseguido solucionar este dilema mediante la implantación de programas “Mobility” en los que Administración, empresas gasistas, estaciones de servicio y casas automovilísticas con modelos de FCEV se comprometen en invertir e implantar servicios e infraestructuras minimizando el riesgo de inversión de las distintas partes.

A su vez, una mayor demanda de este tipo de vehículos asociada a una infraestructura existente llevará, gracias a la economía de escala y la producción en serie, a una disminución del coste de los modelos.

 

La Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) es una organización sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es fomentar el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno como vector energético, y promover su utilización en aplicaciones industriales y comerciales. Se pretende que el beneficiario principal de los logros de la asociación sea el conjunto de la sociedad, tanto por los beneficios medioambientales como por el impulso industrial que, a largo plazo, se esperan obtener.