Francisco Repullo, Presidente de AEBIG, comenta el papel del gas renovable en la transición energética.

¿Qué es gas renovable? Todo aquél que tiene como origen una fuente renovable, bien provenga de la descomposición de materias orgánicas, tales como residuos agrícolas, ganaderos, alimentarios, urbanos o lodos de depuradoras, bien de la gasificación de la biomasa, o bien obtenido con excedentes de electricidad renovable combinando el CO 2 procedente del biogás con hidrógeno del agua.

Situación de gas renovable en comparación con otras fuentes de energía verde. No se debe comparar al gas renovable con otras energías renovables como la solar, eólica o termosolar, ya que no se trata de una energía renovable más. Este sector es pura expresión de Economía Circular: valoriza residuos evitando contaminación, genera energía renovable gestionable y almacenable, así como bioproductos (biofertilizantes, por ejemplo), recupera nutrientes y crea empleo en el medio rural, todo ello autóctono.

Potencial del gas renovable en España y comparación con Europa. Dos cifras: plantas de biogás en Europa, más de 18.000, en España unas 250; plantas de biometano en Europa, unas 600, en España dos. Si tomamos como referencia Francia, país en el que la energía nuclear ha sido la gran protagonista, ya dispone de más de 100 plantas de biometano inyectando a la red y tiene como objetivo llegar a las 1.000 a finales del año próximo.

¿Cómo puede el gas renovable contribuir a la lucha contra el cambio climático? El gas renovable no solo contribuye a la lucha contra el cambio climático, sino que también ayuda a mejorar la calidad del aire que respiramos, algo que a veces se obvia. Las emisiones nocivas, además de contener gases de efecto invernadero, también afectan a la calidad del aire, por ejemplo, las emisiones de amoniaco. Se estima que la mala calidad del aire es responsable de unas 400.000 muertes prematuras en la UE, que además del drama humano, también suponen un importante coste económico. Como conclusión, los gases renovables hay que verlos en toda su magnitud y no simplemente como “otra” energía renovable a competir con las ya existentes.