El hidrógeno verde es una de las grandes apuestas de la Unión Europea para la transición energética y la descarbonización. En los últimos años, este vector energético se está considerando como una alternativa viable, dado que las previsiones estiman que antes de 2030 este gas renovable será económicamente competitivo.

Existen muchos colores vinculados al hidrógeno (verde, gris, amarillo, rosa, azul, blanco, y turquesa), representando estos colores la cantidad de emisiones que se emiten durante el proceso necesario para la generación de cada uno de ellos.

Pero es el hidrógeno verde, el que focaliza la mayoría del interés y de las inversiones comprometidas hasta la fecha, ya que su producción no genera ninguna emisión de gases de efecto invernadero. El hidrógeno verde se genera con electricidad renovable suministrada por tecnologías como la solar, la eólica o la hidráulica, a través de un proceso denominado electrólisis que separa la molécula del agua, en hidrógeno y oxígeno.

En el siguiente artículo publicado el 19 de marzo, por el diario El Mundo, se detalla gráficamente como se genera, almacena y opera este gas renovable:

https://www.elmundo.es/economia/actualidad-economica/2023/03/19/64106a9ffdddff9d218b45ab.html